domingo, 24 de octubre de 2010

Cuando te vas.

Debo ser valiente, sí tengo que serlo, escondiéndome de las sonrisas y de esos celos no voy a ninguna parte, porque no te voy a decir que no los tengo, no sería verdad, cuando besas otros labios, cuando coges la mano su mano, esa mano que ya no es la mía, y miras esos ojos, que ya no son verdes, ni profundos, tampoco calidos, solo son absurdos. Pero también sé que tuve mi oportunidad, y en lo más profundo de mi ser me duele no ser yo con la que vayas a compartir esa gran parte de tus días, me duele no ser la que acerques a su casa en tu coche los sabados de madrugada, me duele no escaparme de mi casa solo para contemplar tu bello rostro y más me duele porque amo de tal forma, que destruye mi alma, y sé que tu eres el único que puede reconstruir ese corazón, porque tú eres mi vida.

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